Description

El patricio veneciano Marcantonio Michiel menciona en sus "Notizie d'opere del disegno" un cuadro visto en el Palacio Vendramin de Venecia en 1530: "el paesetto in tela cun la tempesta, cum la cingana [gitana] et soldato ... de man de Zorzi de Castefranco'. Todos los críticos identifican el cuadro descrito con éste de Giorgione. Al menos hasta el siglo XVIII formó parte de la colección Vendramin. En 1875 pasó a ser propiedad de los príncipes Giovannelli, que la vendieron al Estado italiano en 1932. Actualmente se encuentra en la Gallerie dell'Accademia de Venecia. Generaciones de estudiosos han derramado ríos de tinta en un intento de comprender lo que el cuadro representa "realmente". ¿Cuál es la relación entre las personas pintadas en ese hermoso paisaje? ¿La ciudad amurallada es real o imaginaria? ¿Y por qué se avecina una tormenta? ¿Es una historia (mitológica, bíblica...), una alegoría o incluso una pura fantasía del artista? No es la primera vez que un cuadro es objeto de diferentes interpretaciones (baste recordar La Primavera de Botticelli, pero también La Flagelación de Urbino de Piero della Francesca y L'Amor Sacro e l'Amor profano de Tiziano), pero en el caso de La Tempestad, las posturas de los críticos son incluso irreconciliables. Y cada erudito al proponer "su" interpretación echa por tierra las que le precedieron... siendo a su vez demolidas por el siguiente crítico. Lo que sigue es una lista breve e incompleta de las distintas hipótesis. Hasta mediados del siglo XIX, la escena se interpretó, quizá de forma algo ingenua, como un retrato del artista con su familia, y el cuadro se tituló La familia de Giorgione. Entonces se pensó que era una representación derivada de la mitología antigua: bien de la Tebaida de Stazio (Adrastus descubre en un bosque a Hipsípila que está amamantando a Ofeletes, hijo de Licurgo) o de las Metamorfosis de Ovidio (Deucalión y Pirra, los progenitores de la humanidad, supervivientes del diluvio universal). Algunos lo vieron como un collage de "personificaciones" abstractas: la Fortaleza (el soldado) y la Caridad (la mujer) en perenne lucha contra la imprevisibilidad de la Fortuna (el rayo que atraviesa las nubes). Otros han visto en ella una complicada interpretación esotérica del relato bíblico del "Hallazgo de Moisés" a orillas del Nilo. E igualmente complicada es la interpretación de quienes relacionan la escena con una novela alegórica renacentista de Francesco Colonna (Hypnerotomachia Poliphili), cargada de referencias al hermetismo egipcio: la mujer es Isis y Venus juntas, "madre de todas las cosas", origen y fin de todo. Hay quienes apuestan por que se trata de Adán y Eva tras la expulsión del Edén: Adán descansa de sus labores, Eva amamanta al niño Caín, parido con dolor, la ciudad del fondo es el Edén perdido, el rayo simboliza la ira divina. Y hay quienes afirman que la Tempestad es el "manto" del retrato del capitán veneciano Erasmo da Narni conocido como Gattamelata y lo representa cerca de Treviso, la ciudad cuyas murallas debía reconstruir. Y no podemos callar que en 1998 un libro de J. Manuel de Prada, titulado La Tempesta, proponía una nueva interpretación, aunque ficticia, del cuadro.