Description

De hecho, Civita di Bagnoregio se levanta sobre un terreno muy precario, situado en una meseta de toba, que corre el riesgo de derrumbarse porque los vastos bancos de arcilla que la sostienen están sometidos a una continua erosión. BALNEUM REGIS aparece por primera vez en 599/600 en una carta del Papa Gregorio Magno dirigida al obispo de Chiusi Ecclesio. No existen documentos anteriores que atestigüen el topónimo ni ningún otro nombre. Balneum regis es un topónimo de origen gótico-lombardo que define una propiedad real. No es improbable una conexión con un complejo termal, de la que hay pocas pruebas. La primera información histórica cierta sobre Bagnoregio, o más bien Bagnorea, éste es su nombre más antiguo, se remonta al siglo VI d.C., cuando se menciona entre las sedes episcopales italianas. Sin embargo, es cierto que, tras la caída del Imperio Romano, Bagnoregio cayó bajo el dominio de los godos, primero, y de los lombardos, después, y finalmente Carlomagno la cedió al Papado junto con la parte restante del Patrimonio de San Pedro en Tuscia. Tras la conquista franca se alternaron en el ejercicio del poder una serie de señores feudales, entre ellos los Monaldeschi, que más tarde se convertirían en señores de Orvieto. En el siglo XII se convirtió en una comuna libre, experimentando un periodo de prosperidad y vitalidad cultural y artística. Sin embargo, seguía existiendo la amenaza de la cercana y poderosa Orvieto, en cuya órbita política hay que situar sin duda a Bagnoregio en este periodo. En ocasiones, las relaciones entre las dos ciudades se volvieron agrias y conflictivas e incluso los centros vecinos se vieron arrastrados a las luchas. Sin embargo, a pesar de verse envuelta en guerras e intentos de ocupación, Bagnoregio consiguió mantener una relativa autonomía. La terrible epidemia de peste de 1348 (la que se narra en el Decamerón de Boccaccio) redujo la ciudad a una sombra de lo que fue; se dice que murieron más de 500 personas en un solo día. En 1494, los Bagnoresi consiguieron destruir la fortaleza fortificada de los Monaldeschi della Cervara para liberarse definitivamente del peligro del regreso de los odiados tiranos. En 1494, los Bagnoresi se opusieron valientemente a la entrada en la ciudad del rey de Francia, Carlos VIII, que se dirigía a Nápoles con su ejército para ocuparla. Sin embargo, el acto heroico no fue correspondido con ningún reconocimiento por parte del Papa Alejandro VI Borgia, que dos años más tarde asestó un golpe al orgulloso sentimiento de libertad comunal instituyendo el régimen de los cardenales-gobernadores que duró hasta 1612, año en que Bagnoregio pasó a estar bajo el control de la Delegación Apostólica de Viterbo, que se comprometió a respetar los antiguos estatutos comunales de 1367. La vida de la comunidad de Bagnoregio transcurría tranquilamente, perturbada más por las vicisitudes naturales y geológicas de su ciudad que por acontecimientos políticos o actos de guerra. Sólo en 1867 se produjo una agitación militar cuando tuvo lugar el primer choque violento entre la milicia papal y los voluntarios de Garibaldi, que la historia recuerda como "La batalla de Bagnorea". En 1870, Bagnoregio pasó finalmente a formar parte del Reino de Italia. Civita di bagnoregio es un lugar con un encanto misterioso. Vestigios aún no interpretados, una vasta red de túneles subterráneos y su misma posición geográfica han dado lugar, incluso en tiempos recientes, a análisis e hipótesis sobre sus orígenes y rituales, hasta el punto de identificarlo como uno de los posibles emplazamientos del Fanum Voltumne, el santuario de la nación etrusca.