Description

Palinuro forma parte del término municipal del municipio de Centola. Es uno de esos muchos casos en los que la aldea, por alguna razón especial, adquiere mayor importancia que la capital municipal. En nuestro caso, el motivo es muy especial, ya que la belleza salvaje de la zona de Capo Palinuro no tiene parangón y la historia y las leyendas que se ciernen sobre ella contribuyen a perpetuar el encanto de estos lugares. Un inmenso arco de rocas dentadas se adentra en el mar para proteger una bahía que es refugio y puerto natural para los navegantes, y así debió parecer en tiempos pasados a los argonautas, fenicios y griegos que frecuentaban estos lugares. El Cabo conserva signos de asentamientos humanos lejanos, con tumbas que datan de alrededor del siglo V a.C. y hallazgos arqueológicos que muestran cómo la belleza y la posición estratégica del puerto favorecieron el asentamiento de una colonia griega. El propio nombre del lugar recuerda la figura del timonel de Eneas, Palinurus, que se enamoró de una bella doncella llamada Kamaratòn, persiguiendo su imagen por los acantilados del Cabo, que desde entonces lleva su nombre. Esta belleza es profusa en las ardientes puestas de sol, en la forma de las bahías rocosas, en el arco natural iluminado a contraluz, en las playas blancas que sitúan a este complejo como uno de los más bellos del mundo. Pero Palinuro no es sólo mar; el carácter agreste y fuerte de la costa se caracteriza por el maquis mediterráneo, que, entre arbustos de mirto, retamas y brezos, incluye también una verdadera rareza, la famosa "Primula Palinuri", una original flor que sólo crece en esta zona. Adentrándose en el valle de Mingardo, a través de la Garganta del Diablo, se llega al pueblo medieval de San Severino, el único que se conserva casi intacto desde que fue abandonado por los continuos desprendimientos. El castillo se remonta al siglo XI y fue testigo de los acontecimientos que involucraron a los normandos Guimondo y Gisulfo en la lucha por el señorío de estos distritos. Hoy en día Palinuro es un centro que se basa esencialmente en el turismo, sostenido por un clima suave que permite disfrutar del mar durante diez meses al año y un espléndido entorno natural virgen en el que muchas instalaciones reciben a los visitantes con alojamiento en hoteles, campings y, recientemente, con la nueva fórmula del agroturismo, que permite apreciar plenamente la hospitalidad de los habitantes del Cilento y degustar el aceite, el vino y los productos naturales de la zona de producción que son la base de la saludable dieta meridional.