Description

El castillo de Roseto Capo Spulico (Alto Ionio Cosentino), firmemente implantado en el acantilado que sobresale hacia el mar, data del siglo X. De hecho, según consta en San Vitale da Castronuovo, fue en el "Petre Roseti" donde se dice que el santo fundó un monasterio y, en el siglo XI, los normandos construyeron el "Castrum Petrae Roseti" sobre las ruinas del edificio sagrado. En aquella época (1027-1154), el castillo marcaba la frontera entre las posesiones de Roberto Guiscard y su hermano Roger I, abuelo de Constanza de Altavilla (como hija de Roger II), esta última heredera del reino de Sicilia y madre de Federico II Hohenstaufen (1194-1250). En el periodo postfederal, a partir de la segunda mitad del siglo XIII, se adaptó como fortaleza militar, hasta el punto de que, por los registros angevinos, conocemos el tamaño de la guarnición asignada a la fortaleza, que en 1275 estaba compuesta por el castellano, un escudero y doce guardias. Pero fue con Federico II que el edificio pasó a formar parte del "Plan de los Castillos" de 1230, que el emperador quería a su regreso de la 6ª Cruzada (1228). El propio Federico, muy aficionado al castillo, en su testamento, según se recoge en "Monumenta Germaniae Historica, Legum sectio IV: Tomus II, n.274", asignó el territorio de Porta Roseti a su hijo natural Manfred, mientras que todos los castillos, y especialmente el "Templario Petre Roseti", a sus hijos legítimos, que también serían reyes de Jerusalén. Hoy, tras una cuidadosa restauración, brilla como ejemplo clásico de la arquitectura derivada de los templarios de Federico (Barrio 1700) o fortaleza templaria (D.Rotundo "Templari, Misteri e Cattedrali". Ed.Templari-Roma 1983). El gran patio rodeado de muros almenados está cerrado por un arco con escudos alquímico-templarios como la "Rosa" y los "Lirios" que hacen del "Castrum Petrae Roseti" un templo de la Orden del Císter. Un templo templario cuya rosa en el canal de entrada es un símbolo alquímico de la orden religiosa-militar de los ismaelitas y rosacruces. Recientemente, para completar la investigación histórica basada en los archivos zaristas, se sabe que la Sábana Santa fue guardada en el castillo por Federico II. Este descubrimiento está corroborado por los estudios de las lápidas del castillo, que permitieron leer el "Grifo", que perteneció a Federico II, y el "Sello de Salomón", que reproduce el de la época de Jerusalén.