El grupo escultórico de mármol representa la Piedad y es una de las últimas obras de Miguel Ángel Buonarroti, que la creó entre 1547 y 1555 aproximadamente, dejándola inacabada. La placa inscrita, realizada por artesanos florentinos, conmemora el traslado de la obra de la Basílica de San Lorenzo al Duomo. Diseñada por Miguel Ángel como monumento para su propio entierro, la obra perteneció a la familia Bandini de Roma durante algún tiempo, hasta que fue adquirida por el Gran Duque Cosme III de' Medici en 1671. Colocado inicialmente en San Lorenzo, en 1722 fue trasladado al Duomo, detrás del altar mayor, antes de ser colocado en la capilla de Sant'Andrea en 1933. Se encuentra en el Museo de la Ópera desde 1981. La Piedad representa el cuerpo muerto de Jesús sostenido por Nicodemo, uno de los hombres que colocó al Señor en la cruz, y recostado en los brazos de su madre María, mientras otra mujer, María Magdalena, lo asiste. En el rostro de la figura anciana, que la tradición cristiana creía que era un escultor, Miguel Ángel, ya septuagenario, ha representado su propio autorretrato, como si se identificara con Nicodemo en su cuidado amoroso del cuerpo de Jesús. El tema de la muerte, la sepultura y la esperanza cristiana de la resurrección se combina aquí con una reflexión católica sobre la Eucaristía: al tener que ser colocada en un altar, la Piedad reitera el concepto de que la partícula que los fieles reciben durante la misa es realmente el cuerpo de Jesús, crucificado, enterrado y resucitado.