Una forma original y alternativa de visitar el Etna es, sin duda, un paseo en el histórico ferrocarril de la Circumetnea. El ferrocarril de la Circumetnea se inauguró en 1898 y, a lo largo de un recorrido de aproximadamente 110 km, rodea el Etna, pasando por numerosos pueblos a los pies del volcán y ofreciendo a los viajeros unas vistas evocadoras del paisaje de lava. La ruta del ferrocarril Circumetnea va desde la estación de Catania Borgo hasta Riposto y se recorre en ambas direcciones, pasando por localidades del Etna como Paternò, Adrano, Bronte y Randazzo. La Circumetnea no es un tren puramente turístico, sino un tren destinado a los viajeros, aunque de vez en cuando también se realizan recorridos puramente turísticos en vagones de época. Sin embargo, un viaje por la Circumetnea puede ser una experiencia evocadora para descubrir destellos del volcán pero también paisajes menos conocidos del este de Sicilia. La ruta completa entre Catania y Riposto dura más de 3 horas. Lo más destacado de la ruta son los desolados y evocadores páramos de oscura piedra de lava que se atraviesan, especialmente en el tramo entre Adrano y Randazzo. También se puede hacer la ruta por etapas, aprovechando para visitar algunos de los pueblos del Etna. Entre ellas, Randazzo destaca por su hermosa arquitectura de piedra de lava. Si le gusta el senderismo y el trekking, también puede utilizar la Circumetnea para llegar al punto de partida de sus excursiones por la naturaleza a los pies del Etna.