Cividale, fundada entre el 56 y el 50 a.C., se llamaba Forum Julii, en honor a Julio César, que la elevó a Municipium en el 49 a.C. Más tarde tomaría el título honorífico de colonia y se añadiría a la X Regio. Salvada por los Quadi y los Marcomanni (167) y por Atila (451), que apuntaba a Aquilea, permaneció a salvo hasta la caída de los longobardos. Tras la caída de Aquilea, se convirtió en el centro más importante de la región, hasta el punto de que su nombre indica también el territorio de lo que hoy es Friuli. Los longobardos, dirigidos por Alboin, entraron en Italia el 2 de abril de 568 y Forum Julii se convirtió en la primera sede de su ducado. El hijo de Alboin, Gisulfo, fue el primero de los diecisiete príncipes que gobernaron Forogiulio antes de la llegada de los francos (774). En el año 610 fue destruida por los ávaros y todo recuerdo romano desapareció. Bajo los lombardos, la ciudad se llamaba Civitas Austriae, que luego se convirtió en Civitas y después en Cividacirc;t, adoptando más tarde la forma actual de Cividale. En el año 737 el Patriarca de Aquilea Calixto se instaló en Cividale y comenzó una larga serie de patriarcas con residencia en Cividale. En la primavera del 773, Carlomagno, por invitación del Papa Adriano I, bajó a Italia y derrotó a los lombardos, proclamándose su rey. En el año 787 murió el patriarca Sigualdo y Carlomagno nombró a San Paulino como su sucesor. Tras el declive de Aquileia, Cividale fue la residencia patriarcal más importante hasta que un terremoto la dañó en 1222, obligando al Patriarca a trasladarse a Udine. Esta última se utilizó cada vez más porque era más céntrica, pero Cividale siguió teniendo un lugar eminente en la historia de la región durante toda la Edad Media. La historia de la ciudad fue atormentada y difícil en los siglos XIII y XIV debido al antagonismo con Udine por la supremacía en el Patriarcado y con los Condes de Gorizia, abogados del Patriarca, pero interesados en convertirse en los verdaderos príncipes feudales de Friuli. Esta situación debilitó a Friuli y Venecia se aprovechó de ello, declarando la guerra al Patriarcado y conquistándolo en 1420. Los habitantes de Cividale se aliaron con Venecia, con la esperanza de su propio resurgimiento político. Pero no fue así: se sometió directamente a Venecia por su posición estratégica, mientras que Udine se convirtió en la capital a la que aspiraba Cividale. La vida de la ciudad continuó tranquilamente bajo el dominio veneciano hasta el periodo napoleónico. El 3 de mayo de 1797, Napoleón declaró la guerra a Venecia y todos los superintendentes de Friuli abandonaron sus puestos. Cividale pasó a los austriacos con el Tratado de Campoformido. Con la constitución del Reino Lombardo-Veneciano quedó incluida en la Provincia de Friuli y a la cabeza del 13º Distrito. Con el voto plebiscitario del 21 y 22 de octubre de 1866, Cividale se anexionó al Reino de Italia. La ciudad estaba conectada a Udine con el nuevo ferrocarril gestionado por la Società Veneta. Con la Primera Guerra Mundial, Cividale participó en las operaciones bélicas, ya que estaba muy cerca del frente. El 27 de octubre de 1917 la ciudad fue bombardeada por la artillería enemiga y ocupada por el ejército austrohúngaro a causa de la trágica derrota de Caporetto. El Puente del Diablo sobre el Natisone fue volado por nuestros ingenieros. Los austriacos la reconstruyeron en piedra: la que vemos hoy. Finalmente, el 4 de noviembre de 1918, la ciudad volvió a ser libre y por el valor demostrado por sus ciudadanos fue condecorada con la Cruz de Guerra. En la Segunda Guerra Mundial, desde septiembre de 1943 hasta abril de 1945, la ciudad fue ocupada por las tropas alemanas. Una vez terminada la guerra, volvió la tranquilidad y el espíritu emprendedor de los habitantes de Cividale, que combinaron una floreciente agricultura, basada sobre todo en la viticultura, con la industria y la artesanía. En 2012 fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.