La Fuente del Frejus, construida para conmemorar la finalización del Túnel del Frejus en 1871, tiene un significado alegórico e incluso satánico. Es una pirámide formada por grandes piedras del Túnel del Fréjus, con un Genio alado en la cima que lleva una estrella de cinco puntas en la cabeza. En los distintos peñascos de la fuente hay estatuas de titanes muertos por el Genio Alado. Siguiendo el espíritu positivista de la época histórica en la que se realizó la obra, la estatua sería una alegoría de la victoria de la Razón (el Genio Alado) sobre la fuerza bruta (los Titanes). Otros han atribuido a las estatuas de los Titanes el sufrimiento de los hombres que trabajaron en la construcción del túnel, viendo así el monumento como una especie de monumento a los que murieron durante esta obra. Diseñada por el conde Marcello Panissera (entonces presidente de la Accademia Albertina), presenta, como ya se ha dicho, un ángel en la parte superior que, según la creencia, es en realidad Lucifer. El ángel, de hecho, es el más bello de toda la obra y mira hacia la Piazza Castello (el centro de la magia positiva) como si quisiera mantenerla bajo control. El ángel tiene una estrella en la frente y se considera una representación de Lucifer porque en la tradición bíblica Lucifer es el ángel más hermoso. Por esta razón, se cree que el monumento representa la puerta del infierno y, en la antigüedad, la horca (posteriormente trasladada por los franceses) se encontraba allí. Pero este no es el final de la historia. La Piazza Statuto está orientada al oeste, lo que, en el simbolismo esotérico, representa el mal, ya que es donde se pone el sol, dejando espacio a la oscuridad. Precisamente por eso es tan importante la creencia en el ángel-Lucifer que mira hacia Oriente. Si así fuera, de hecho, no necesitaría mirar a Occidente porque, al ser su reino, tendría los "hombros cubiertos". En cambio, tendría que mirar a Oriente porque es el reino del Bien.