La plaza ha recibido varios nombres a lo largo de los siglos: primero fue la Piazza Reale, luego la Piazza d'Armi y la Place Napoléon durante el periodo napoleónico. La historia de la plaza de San Carlo está entrelazada con las vicisitudes de la familia Saboya. De hecho, la plaza fue inaugurada en 1638 y representaba el deseo del duque de Saboya de expandir la ciudad hacia el sur, después de que Turín se convirtiera en la capital del reino. En la plaza, de forma rectangular, todavía hay muchos lugares de interés: en el centro se encuentra una estatua ecuestre de Emanuele Filiberto, mientras que en el lado sur de la plaza están las iglesias barrocas gemelas de Santa Cristina, construida en 1639, y San Carlo, construida en 1619. Fue en esta misma plaza donde el célebre escritor Vittorio Alfieri compró una casa en 1773, donde más tarde creó una sociedad inspirada en Voltaire junto con algunos de sus compañeros académicos. No es sólo su belleza lo que hace famosa a la plaza de San Carlo, sino sobre todo el importante papel social que ha desempeñado desde su creación. En el perímetro de la plaza hay, de hecho, varios cafés, lugares en los que normalmente se reunían intelectuales y hombres de cultura, pero también nobles y miembros de la realeza, para discutir, en particular, asuntos políticos. El Caffé San Carlo es ciertamente famoso, así como el Caffè Torino y el Neuv Caval'd Brôns.