El lujoso Hotel del Salto (La Casa del Salto del Tequendama) en San Antonio del Tequendama, Colombia, fue construido por primera vez en 1923 como una mansión residencial para el acaudalado arquitecto Carlos Arturo Tapias. El edificio muestra una divina arquitectura francesa y altos ventanales y fue construido como símbolo de la alegría y elegancia de la élite de los ciudadanos de los años 20. "La Mansión de las Cataratas del Tequendama", como se llamó la casa, fue construida durante la presidencia de Pedro Nel Ospina (1922-1926). Para 1928 se había construido un anexo y el edificio se había abierto como hotel, para recibir a los viajeros adinerados que visitaban la zona de las Cataratas del Tequendama. A partir de julio de 1950, el edificio iba a ser reconstruido para convertirlo en un hotel de dieciocho pisos, pero esa construcción nunca comenzó y el Hotel Del Salto continuó hasta que la estructura original quedó demasiado dañada como para funcionar desde el río Bogotá, cada vez más contaminado. Los turistas perdieron gradualmente el interés por la zona y el hotel cerró a principios de los años 90 y quedó abandonado desde entonces. Trágicamente, también fue escenario de varios suicidios. El hecho de que muchas personas en el pasado eligieran ese lugar para suicidarse, hizo que otros creyeran que el hotel está embrujado.