La Catedral de San Juan Bautista de Lyon, Patrimonio Mundial de la Unesco, es una catedral situada junto al río Ródano, en el casco antiguo de Lyon. Con la basílica de Fourvière, se disputa el papel de lugar religioso más importante de Lyon. Está dedicada a San Esteban y San Juan Bautista. La catedral se levanta en el lugar donde ya había una iglesia en la época merovingia; la iglesia actual ocupó su lugar. De hecho, toda esta parte de Lyon que se extiende a orillas del Saona ha sido un lugar donde han surgido iglesias y lugares de culto desde los primeros tiempos del cristianismo. La catedral actual, de 20 metros de ancho y 30 de alto, se construyó entre 1165 y 1481 y combina elementos románicos y góticos en su arquitectura. Desde su construcción, la catedral Saint-Jean ha sido escenario de varios acontecimientos importantes, como el Primer y Segundo Concilios de Lyon, la elección de Juan XXII como Papa, el matrimonio entre el rey Enrique IV y María de Médicis y el nombramiento de Richelieu como cardenal. La fachada se terminó en 1480, casi cuatro siglos después del inicio de las obras, y fue objeto de una compleja restauración en 1982. El material utilizado para construir este bello ejemplo de arquitectura gótica flamígera procedía, desgraciadamente, de monumentos romanos de Lyon, en particular del Foro. Está atravesada por dos balaustradas horizontales perforadas. Alrededor de las tres puertas de nogal hay 280 pequeños cuadros. Sobre el gran triángulo central hay estatuas de la Virgen María con el Arcángel Gabriel anunciando que sería la Madre de Dios. En la parte superior, la estatua que representa a Dios domina el conjunto. La transición del románico al gótico también es evidente en el interior, al pasar del ábside a la fachada. Destaca la nave con bóvedas góticas divididas en seis tramos. En la nave de 80 metros de largo, las pinturas representan 300 escenas del Antiguo y Nuevo Testamento. A izquierda y derecha del altar, dos grandes cruces recuerdan el proyecto de unificación de las Iglesias católica y ortodoxa, debatido en el II Concilio de Lyon. Dos estatuas de Juan el Bautista y San Esteban están entronizadas al final del coro. La iglesia debe su nombre a estos dos santos, ya que su nombre completo es Église Saint-Jean-Baptiste-et-Saint-Étienne. También destacan las vidrieras, sobre todo de muchos tonos azules en el lado sur para evitar el calor del sol, los dos rosetones de 6 metros de ancho en las fachadas norte y sur y los preciosos tapices. La estrella del interior, sin embargo, es quizá el reloj astronómico, uno de los más antiguos de Europa. Construido en 1400, garantiza la fecha exacta hasta 2019. El reloj consta de una torre cuadrada de 1,80 metros de lado, coronada por una torreta octogonal en la que se mueven figuras. Las dos estatuas representan a los dos primeros obispos de Lyon, San Ireneo y Potino. Todos los días a las 12, 14, 15 y 16 horas comienza un pequeño espectáculo en el que el ángel de la izquierda hace girar el reloj de arena, mientras que el otro de la derecha actúa como director de orquesta. El gallo canta tres veces, abriendo el pico y batiendo las alas. Tres de los seis ángeles que rodean al "Padre Celestial" golpean el martillo de las campanas y comienza un himno dedicado a San Juan Bautista, que termina con la bendición del Padre Celestial.