La leyenda maorí dice que los peñascos de Moeraki esparcidos a lo largo de la playa de Koekohe son los restos de cestas de anguila, calabazas y boniatos de un gran naufragio en canoa. Científicamente, las rocas esféricas son el resultado de un proceso natural conocido como concreción, en el que granos de arena y piedra se combinan para formar estas masas. Con un diámetro de hasta dos metros, estas rocas salpican la erosionada costa de Otago, en la Isla Sur de Nueva Zelanda.