Abismo de Padirac
Distance
0
Duration
0 h
Type
Natura incontaminata
Description
Sabemos cuánto han enriquecido las leyendas populares la historia de Francia. El Gouffre de Padirac no es una excepción en las tierras de la antigua provincia de Quercy... No hay nada más inquietante que este agujero en la superficie de la tierra, y no hay nada que permita a la imaginación responder a este inquietante enigma, al que la gente atribuía poderes místicos y nombres terroríficos: ¿Diablo? ¿Tesoro? ¿El rastro de un gesto divino? Todas esas suposiciones y más han sido invocadas. Entre las más arraigadas figura una que fue contada por un gran número de personas en el Departamento de Lot, la historia de unas llamas que salieron del Gouffre para defender un tesoro escondido por los ingleses al final de la Guerra de los Cien Años. Otra leyenda habla de Lucifer que, desafiando a San Martín, habría creado el Gouffre con un golpe de garra. Le pidió al santo que cruzara el abismo a cambio de las almas de los campesinos condenados que se disponía a conducir al infierno... un intercambio fatídico que empujó a San Martín, guiado por su fe, a espolear su mula para saltar el Gouffre. Se dice que ese tremendo salto dejó la huella de la pezuña del animal en la roca, aún visible hoy en día. Derrotado y humillado, el Diablo desapareció para siempre en las profundidades del Gouffre... La sima de Padirac (en francés: Gouffre de Padirac) es una cueva de 103 m de profundidad, con un diámetro de aproximadamente 33 metros. Los visitantes descienden 75 m mediante un ascensor o una escalera antes de entrar en el sistema de cuevas. La cueva contiene un sistema fluvial subterráneo que se puede recorrer parcialmente en barco, y está considerada como "uno de los fenómenos naturales más extraordinarios del Macizo Central". Los primeros turistas visitaron la cueva el 1 de noviembre de 1898; sin embargo, el 10 de abril de 1899 Georges Leygues, el 87º primer ministro de Francia (entonces llamado président du conseil), abrió oficialmente el sitio al turismo. En la actualidad, aunque el sistema de simas está formado por más de 40 km de galerías, sólo se han abierto al turismo 2 km.