La puerta alquímica de Roma

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En pleno centro de Roma, en un rincón de la Piazza Vittorio, entre los puestos y la profunda degradación, se encuentra uno de los testimonios alquímicos más importantes del mundo. Es la puerta mágica, o más conocida como la puerta alquímica, una puerta con extraños signos y representaciones con dos estatuas al lado que representan a BES, la deidad egipcia de la noche que preside la diversión, la virilidad y la reproducción. Se encuentra en el centro del barrio del Esquilino, donde se encontraba la Villa Palombara, de la que hoy quedan pocos restos, y fue el marqués Massimiliano di Palombara quien mandó construir esta puerta....., un verdadero monumento a la alquimia. La puerta servía de entrada al llamado HORTI y fue construida hacia finales del siglo XVII. Más tarde, con la destrucción de la Villa Palombara, se trasladó al lugar donde todavía se encuentra después de tres siglos, dando testimonio del pasado. Se dice que el marqués Massimiliano di Palombara se interesaba por las ciencias ocultas y se sospecha que era miembro de los rosacruces (el bajorrelieve sobre el arquitrabe es idéntico a la portada de un ensayo rosacruz), lo que le llevó a conocer a un mendigo. Se dice que el mendigo fue abordado por el propio marqués, curioso por este extraño personaje que deambulaba por el horti en busca de algo. Al ser interrogado, el mendigo le dijo a Palombara que buscaba hierbas para crear el metal noble, y fue el propio Palombara quien acogió al mendigo y le dio la oportunidad de realizar sus experimentos en el laboratorio, que estaba bien surtido de ampollas y materiales químicos. A la mañana siguiente, Palombara entró en el laboratorio y encontró unos pergaminos con símbolos alquímicos y unas pajitas de oro sobre la mesa de trabajo, pero no había rastro del mendigo. Otra versión desmiente por completo la leyenda del mendigo, atribuyendo un valor más espiritual al verdadero significado hermético de la puerta. La verdad aún no se conoce hoy, pero sí sabemos que el mendigo se llamaba Giuseppe Francesco Borri, un mago y taumaturgo expulsado del colegio de los jesuitas por interesarse por las prácticas ocultas. Los estudios de la puerta no se detienen en el conocimiento de la estructura alquímica, de hecho hay algunos detalles que nos llevan a pensar que Palombara no sólo quería que entendiéramos cómo crear oro sino cómo alcanzar el conocimiento y el equilibrio supremo. "SI SEDES NON IS". La palabra palintroma puede leerse de izquierda a derecha "si te sientas no procedes" y de derecha a izquierda "si no te sientas procedes" esto también nos puede llevar a encontrar un significado más filosófico, casi como si la Palombara nos instara a avanzar en la búsqueda de la verdad sea cual sea. Los símbolos de la puerta (syllabae chimicae) están tomados de la "Commentatio de Pharmaco Catholico" publicada en Chymica Vannus, en 1666. En el marco exterior del bajorrelieve circular encontramos un epígrafe que expresa el concepto de la Trinidad: TRI SUNT MIRABILIA DEUS ET HOMO MATER ET VIRGO TRINUS ET UNUS "Tres son las maravillas Dios y Hombre; Madre y Virgen; Trino y Uno". En la parte inferior del bajorrelieve vemos dos triángulos cruzados que forman una estrella de seis puntas, es decir, el "Sello de Salomón", la unión del agua y el fuego, el espíritu y la materia, tanto arriba como abajo. En la parte inferior del sello hay un círculo más pequeño con la inscripción: "Centrum in trigono centri", coronado por la cruz de los 4 elementos y con el símbolo solar en el centro. En la parte superior del dintel, escrita en hebreo, está la invocación al Espíritu Santo: "Ruah Elohim". No se puede hacer nada sin su ayuda. A esto le sigue la advertencia de que no se puede entrar en el jardín de las Hespérides, es decir, por la puerta, sin matar al dragón que la custodia. HORTI MAGICI INGRESSUM HESPERIUS CUSTODIT DRACO ET SINE ALCIDE COLCHICAS DELICIAS NON GUSTASSET IASON "El dragón de las Hespérides guarda la entrada al jardín mágico y sin Hércules, Jasón no habría probado las delicias de la Cólquida". El dragón representa las pasiones, los instintos; Hércules representa la voluntad; con la victoria sobre el dragón comienza la práctica alquímica, cuyo progreso se indica en las jambas de la "puerta", donde se distinguen las tres fases del proceso alquímico: negro, blanco y rojo. Hay muchos otros símbolos en esta extraña puerta, por lo que el misterio de la puerta alquímica sigue vivo hoy en día después de más de tres siglos.

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