Description
Bevagna está en el centro del valle de Umbría, detrás de Asís, con su fuerte espiritualidad, frente a Spoleto, capital de la cultura contemporánea, la música, el teatro y la danza. Bevagna se encuentra también en el centro de la ruta que va de Florencia a Roma, no lejos de la Vía Francigena, la misma ruta que durante siglos ha visto a poetas, escritores, artistas y filósofos recorrer el Bel Paese en busca de arte, historia y paisajes. Bevagna, antigua Mevania, capital de las tribus de Umbría, en el centro de la tierra y de las vías fluviales..... de ahí su nombre de "ciudad en el medio" una realidad antigua y moderna.
Atravesada por la importante vía consular romana Flaminia y rodeada de aguas, el Clitunno, la Timia, el Teverone.....Bevagna es un precioso cofre lleno de joyas, un lugar donde el tiempo se ralentiza, ofreciendo sugerencias y atmósferas en las que el viajero puede sentirse protagonista y no sólo espectador... arte e historia, la historia de las piedras y la historia de los hombres, los antiguos oficios y los productos de la tierra...
La antigua ciudad, al igual que la actual, se encontraba en una ligera elevación del Valle Umbra, rodeada por tres lados por los ríos Tinia y Clitunno. Capital política y religiosa de los umbrianos, Mevania se encontraba de hecho en el centro de un "sistema" de rutas acuáticas y terrestres, con grandes y pequeños santuarios, que la convertían en el centro comercial de todo el valle.
La apertura de la vía consular Flaminia hacia el 220 a.C., que constituía el decumanus maximus (el actual Corso Amendola-Matteotti), la puso en comunicación directa con Roma. El llamado "Trivio", el punto de encuentro entre el decumanus y el cardo maximo (la actual Via Crescimbeni - Via S. Margherita), es el foro de la ciudad romana, que se convirtió en municipium en el año 90 a.C., atribuido a la tribu Aemilia.
En el siglo III d.C. comenzó un largo periodo de decadencia. Pasó a formar parte del ducado lombardo de Spoleto (de ahí el término Gaite para indicar los barrios), y tras la conquista franca, en 1187 se convirtió en una comuna libre gobernada por cónsules, y se vio afectada por las luchas entre el Papado y el Imperio. El eje del asentamiento medieval se trasladó a la actual plaza Silvestri, una joya arquitectónica con dos iglesias románicas y el ayuntamiento. Durante el siglo XIII, las órdenes mendicantes, franciscanos, dominicos y agustinos, pasaron a formar parte del tejido edilicio con sus iglesias. En 1371 comenzó el señorío de los Trinci, que gobernaron hasta 1439.
La recuperación de las llanuras, iniciada durante el siglo XV, no dio un impulso sustancial a la economía agrícola de Bevanate, centrada principalmente en el cultivo y la transformación del cáñamo. De 1554 a 1860, la ciudad cayó definitivamente bajo el dominio de la Iglesia de Roma. Las obras privadas de los siglos XVII y XVIII dieron al pueblo su aspecto actual.
En 1825 recibió el título de ciudad de manos de León XII y poco después, en 1832, fue dañada por un terremoto.
Habiendo permanecido esencialmente marginal desde el punto de vista económico, en los últimos 20 años la ciudad ha descubierto una nueva vocación turística, convirtiéndose, con sus excelentes productos (vino y aceite sobre todo), su ambiente medieval intacto y la variedad de sus instalaciones de alojamiento, en el símbolo de una vida serena y sencilla, en un oasis de paz y belleza, lejos de los excesos de la modernidad.