Description
Desde lo alto, una fortaleza, una iglesia y una torre almenada la vigilan como si fueran guardianes. Brisighella se revela en el brillo de la tiza que emerge, asomando entre los colores pastel de las casas del centro histórico.
Brisighella es una antigua ciudad medieval y balnearia situada en el Valle del Lamone, en los Apeninos Tosco-Romagnanos, entre Florencia y Rávena...
Se caracteriza por tres pináculos rocosos, las famosas tres colinas, sobre las que se levantan la fortaleza de Manfredi (siglo XIV), el santuario de Monticino (siglo XVIII) y la torre conocida como Torre del Reloj (siglo XIX).
Un mar de vegetación, caminos y escaleras calcáreas, antiguos lugares de culto, casas enclavadas en calles características.... todo en Brisighella crea un conjunto de sensaciones y experiencias únicas que evocan recuerdos ancestrales, lejanos y cercanos, de un mundo desaparecido hace siglos.
La ciudad ha mantenido intacto su trazado urbano medieval: el pueblo está formado por un laberinto de antiguas callejuelas, entre las que destaca la característica Via degli Asini, una vía elevada y cubierta, única en el mundo.
Hay numerosos edificios sagrados y lugares de culto: la Pieve di San Giovanni in Ottavo, un evocador templo de estilo románico, y la Chiesa della Collegiata, que alberga importantes obras de arte, entre ellas un panel de Palmezzano. Brisighella, gracias a sus antiguas termas, su patrimonio histórico, artístico, enogastronómico y naturalista, es el lugar ideal para una estancia dedicada al bienestar, la cultura y los placeres de la mesa.