La historia de Campomaggiore tiene todos los ingredientes de un cuento de hadas, excepto el final feliz. Hay un rico y noble conde Teodoro Rendina que, tras viajar por Europa estudiando las teorías utópicas de Robert Owen y Charles Fourier, decide crear un país distinto a los demás: un país donde no exista la pobreza. Eligió llevar a cabo su proyecto en Basilicata, en un pequeño pueblo de agricultores: Campomaggiore. Fue en 1743 cuando construyó el palacio patronal de Campomaggiore, la iglesia y las casas de los campesinos. Las casas se construyeron siguiendo criterios urbanísticos innovadores que permitían a sus habitantes desplazarse con facilidad y disponer de espacio suficiente para vivir en condiciones higiénicas óptimas. El conde Rendina también estableció normas para regular la vida en el pueblo: cada agricultor, por ejemplo, debía tener una casa con una pequeña cantidad de tierra para vivir; cada agricultor debía tener suficiente madera para la calefacción y estaba obligado a plantar tres árboles frutales por cada árbol talado. La idea era buena y parecía funcionar, Campomaggiore llegó a tener 1524 habitantes en 1885. Sin embargo, el conde no había contado con los caprichos de la naturaleza, y ese mismo año el pueblo fue arrasado por un terrible corrimiento de tierras. Afortunadamente, los campesinos lograron salvarse, pero Campomaggiore quedó reducida a un montón de escombros. Los ciudadanos del pueblo destruido intentaron reconstruir sus casas, pero el terreno sobre el que el Conde Rendina había construido su sueño estaba sometido a continuos desprendimientos que hicieron inútiles todos los intentos, dejando para la posteridad un pueblo fantasma, prueba concreta de una utopía destrozada. 2. EL PUEBLO ABANDONADO La historia del Conde Rendina probablemente no tenga un final feliz, pero también es gracias a ese derrumbe que hoy quienes visitan Campomaggiore pueden pasear por una fascinante y evocadora ciudad fantasma. El edificio más espectacular es el Palazzo Patronale, que da a lo que fue la Piazza dei Voti (Plaza de los Votos), llamada así en recuerdo del día en que los primeros colonos se reunieron para elegir seguir al conde en su idea. Frente al palacio se encuentran los restos de la iglesia dedicada a la Madonna del Carmelo. Alrededor, aún se pueden ver los muros de las antiguas casas de labranza. A unos tres kilómetros de Campomaggiore Vecchio se puede visitar el Casino della Contessa, la residencia de verano de la familia Rendina, y en este magnífico escenario, los fines de semana de agosto, se pone en escena "La città dell'Utopia" (La ciudad de la Utopía), una representación teatral que utiliza luces, efectos especiales y danzas aéreas para contar la historia del Conde Teodoro Rendina y su sueño roto.