A pesar de sus recientes rascacielos, Halifax sigue dominada por una ciudad de colinas en forma de estrella. La ciudad no sólo es la capital de Nueva Escocia, sino también el centro comercial de las provincias costeras de Canadá y un importante centro de investigación con no menos de seis universidades y colegios. Rodeada de tesoros naturales y hermosos paisajes marinos, Halifax es un centro atractivo y animado, con una destacada arquitectura histórica y moderna, excelentes restaurantes y tiendas, y una vibrante vida nocturna y de festivales. El casco antiguo consigue ser moderno e histórico a la vez. Es un punto de partida ideal para cualquier recorrido por las Provincias Atlánticas, pero incluso si no se aventura más allá de sus límites, se llevará un verdadero sabor de la región. El puerto natural de Halifax, el segundo más grande del mundo después del de Sidney (Australia), atrajo a los británicos por primera vez en 1749 y, en la actualidad, la mayoría de las principales atracciones turísticas se encuentran a lo largo del puerto o en la colina de la Ciudadela, que domina el puerto. Esto es una buena noticia para los visitantes, ya que la ciudad es muy diversa. Desde la amalgama de Dartmouth (al otro lado del puerto) y varios suburbios en 1996, Halifax se ha convertido en el Municipio Regional de Halifax, y el HRM, como se conoce, tiene una población de unos 415.000 habitantes. Puede que esto no parezca mucho para los estándares estadounidenses, pero convierte a la capital de Nueva Escocia en el principal centro urbano canadiense al este de Montreal. El acceso al agua es fácil, y aunque el puerto de Halifax es el centro de un bullicioso puerto comercial, también es un lugar de recreo con uno de los paseos marítimos más largos del mundo. Es un lugar en el que compiten por el espacio los portacontenedores, los transbordadores de cercanías, los cruceros y los barcos turísticos, y en el que atracan remolcadores y barcos de trabajo junto a relucientes yates. Como todo Halifax, el puerto es una mezcla de tradición y modernidad.