Enclavado entre las antiguas murallas de la Força Vella, el Barrio Judío de Girona -conocido localmente como El Call - es uno de los barrios judíos mejor conservados de toda Europa. Adentrarse en sus estrechas y sinuosas calles es como retroceder en el tiempo, en un mundo de silencio, sombras e historias centenarias grabadas en piedra.
Datado en el siglo XII, este atmosférico barrio fue antaño el hogar de una floreciente comunidad judía, cuyos eruditos y comerciantes contribuyeron en gran medida a la vida cultural e intelectual de Girona. Los pasadizos aquí son estrechos, cerrados y empinados, un trazado diseñado para dar sombra, protección y comunidad - y permanecen sorprendentemente intactos por el desarrollo moderno.
En el corazón del barrio judío se alza el Centro Bonastruc ça Porta, ubicado en el emplazamiento de la última sinagoga medieval en funcionamiento de Girona. En uso hasta 1492, cuando la expulsión de los judíos de España marcó el fin de una era, este espacio alberga ahora el Museo de Historia de los Judíos, un conmovedor y bellamente comisariado homenaje a las tradiciones, los textos y la vida cotidiana de la herencia judía de Girona.
Las lápidas antiguas, los objetos rituales, los manuscritos hebreos e incluso las historias personales de las familias judías que vivieron en estas calles.
Para disfrutar de una perspectiva especial, dirígete hacia el Parc de la Devesa, el inmenso parque urbano de Girona. Desde allí, podrás disfrutar de una panorámica única del barrio judío, enclavado como un secreto entre los tejados y las antiguas murallas de la ciudad.
Explorar El Call no es sólo pasear por un pintoresco casco antiguo, es un viaje por uno de los paisajes históricos más conmovedores de Europa, donde la arquitectura y el silencio conservan la memoria de una comunidad antaño vibrante que contribuyó a forjar el alma de Girona.
Viaje por uno de los paisajes históricos más conmovedores de Europa.
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