← Back

La magia de las cataratas Victoria

Mosi-o-tunya Road, Livingstone, Zambia ★ ★ ★ ★ ☆ 277 views
Michaela Bovalino
Michaela Bovalino
Livingstone

Get the free app

The world’s largest travel guide

Are you a real traveller? Play for free, guess the places from photos and win prizes and trips.

Play KnowWhere

Descrizione

Immagine

Es imposible que se considere un rincón secreto del mundo. Es uno de los lugares más célebres y famosos del planeta. Una inconfundible cascada de 108 metros de altura con una cara de 1.700 metros (dos veces más alta que las cataratas del Niágara).

Immagine

Y sin embargo, sí, lo es. Porque si bien es cierto que las cataratas descubiertas el 16 de noviembre de 1855 por Livingstone durante una de las aventuras exploratorias más famosas de todos los tiempos han estado en la lista de todos los viajeros desde ese día, también es cierto que hay muchas -sobre todo hoy- formas de visitarlas. Y la tarea de SCOW es precisamente la de proponer no sólo el rincón más interesante del mundo, sino también el ángulo (en cursiva), el punto de vista que mejor represente el encuentro con un lugar determinado.

En el caso de las cataratas Victoria, algunos aficionados un poco snobs podrían sugerir "verlas" desde muy, muy lejos. Es decir, para observar la nube de vapor creada por las grandes cascadas (su nombre indígena es Humo que truena) que pueden verter su agua a decenas de kilómetros de distancia, en medio de la árida Sabana. También es muy agradable sobrevolar las cataratas en una avioneta. Pero sólo hay una vista que te deja sin aliento.

Immagine

Sólo hay que acercarse a las cataratas Victoria desde el lado zimbabuense, y preferiblemente desde el jardín del glorioso Victoria Falls Hotel. Desde aquí hay un sendero (a la izquierda) que conduce a través de un matorral hasta el borde de la Garganta, el profundo desfiladero que crea las cataratas. La arboleda está oscura, no se puede ver el Zambeze precipitándose al vacío, pero se puede oír el rugido. Es como una cortina natural que revela lentamente una gran belleza. Porque cuando llegas al precipicio (no hay barreras, ni señales, ni otras modernidades) y por fin ves la mayor masa de agua que cae en el planeta, y te envuelve el vapor y decenas de arcoíris, tu respiración, en ese momento... se detiene.

Livingstone, en aquel lejano 16 de noviembre, debió de tener la misma reacción. (tomado del sitio web de la SCOW)

Immagine

Buy Unique Travel Experiences

Powered by Viator

See more on Viator.com