Description
En 2009, cien años después de la muerte de Cesare Lombroso, fundador de la antropología criminal, se reabrió "su" museo, único en el mundo. Las colecciones incluyen especímenes anatómicos, dibujos, fotografías, cuerpos de delito, escritos y artesanías y obras de arte, algunas de ellas de gran valor, realizadas por los internos del manicomio y los presos.
La nueva exposición pretende proporcionar a los visitantes las herramientas conceptuales necesarias para entender cómo y por qué esta controvertida figura formuló la teoría del atavismo criminal y qué errores de método científico le llevaron a fundar una ciencia que resultó ser errónea.
Sus teorías se basaban en el concepto de delincuente de nacimiento, según el cual el origen de la conducta delictiva era inherente a las características anatómicas del delincuente, una persona físicamente diferente del hombre normal al estar dotada de anomalías y atavismos, que determinaban su comportamiento socialmente desviado. En consecuencia, según él, la inclinación al crimen era una patología hereditaria y el único enfoque útil para el criminal era el clínico-terapéutico. Sólo en la última parte de su vida, Lombroso consideró que los factores ambientales, educativos y sociales competían con los físicos en la determinación del comportamiento delictivo.
Aunque Lombroso merece crédito por haber intentado el primer enfoque sistemático del estudio de la delincuencia, hasta el punto de que algunas de sus investigaciones inspiraron a Sigmund Freud y Carl Gustav Jung para algunas de las teorías del psicoanálisis aplicadas a la sociedad, muchas de sus teorías carecen hoy de fundamento.
Al final de una controvertida carrera académica y profesional, Lombroso también fue expulsado de la Sociedad Italiana de Antropología y Etnología en 1882.
De hecho, la ciencia moderna ha demostrado que tanto el entorno como los genes influyen en el aspecto físico, pero que este último no afecta al comportamiento, que viene determinado principalmente por las experiencias cognitivas del individuo. Por ello, la doctrina lombrosiana se considera actualmente pseudocientífica.
El Museo de Psiquiatría y Antropología Criminal se inauguró oficialmente en 1898, a partir de la colección privada reunida por Cesare Lombroso en vida. Como escribió el propio Lombroso: "El primer núcleo de la colección había comenzado en el ejército, donde, además de medir craneológicamente a miles de soldados, había conservado cuidadosamente los cráneos y los cerebros de los muertos; esta colección fue creciendo poco a poco, con el examen de los antiguos cementerios de Cerdeña, Valtellina, Lucca y Piamonte, realizado por mí y mis amigos en Turín y Pavía. No pasó un día en el que, primero en Pavía, luego en Pesaro y en Turín, no intentara aumentar la colección con los cráneos de locos y criminales que habían muerto en manicomios y cárceles".