Description
Su historia comenzó en 1065, cuando Roberto Guiscard la hizo construir para tener un puerto frente a Sicilia que le permitiera a él y a su hermano Roger, que vivía en Mileto, llegar rápidamente a la isla. Los dos estaban en guerra con los árabes desde hacía cinco años y el escenario de su batalla era Sicilia.
El castillo duró poco: en 1074 fue destruido por las tropas de Ibn el Werd, luego restaurado por el conde Roger el Normando, y de nuevo golpeado en 1085 y 1122 por los musulmanes almorávides de Ibn Maymun.
En 1184 fue posiblemente destruida por el terremoto que asoló Calabria el 9 de junio.
La historia de destrucción y reconstrucción continuó en 1284, cuando fue destruida por Ruggero di Lauria, quien la revivió construyéndola de nuevo. Pero, de nuevo, fue destruida por los numerosos terremotos que se produjeron con violencia en nuestra zona en aquella época.
La mansión actual, la de nuestros días, la que domina sobre Nicotera y la Marina, representa la última construcción, la obra arquitectónica iniciada a finales del siglo XV y terminada en 1763, construida por el conde de Sinopoli, Fulco Antonio Ruffo, príncipe de Scilla y señor de Nicotera, con fines defensivos pero, más concretamente, como residencia de verano de la familia.
El terremoto y otras vicisitudes históricas han privado al hermoso castillo de una torre lateral y de parte de la fachada.
Se caracteriza por tener sólo tres torres, la cuarta de las cuales no llegó a construirse, dos de las cuales dan al mar Tirreno y están conectadas por una terraza que descansa sobre siete arcos.
En la entrada hay un patio desde el que se puede acceder, a través de una pequeña puerta, a la parte inferior de la mansión y, bajando una empinada escalera, al sótano.
El patio también da acceso a la entrada principal arqueada. Subiendo las escaleras de piedra de granito gris se llega al piso superior.
El mobiliario de granito y hierro forjado caracteriza todo el castillo, que hoy en día, si no fuera por las dos importantes instituciones culturales, estaría abandonado en la mayoría de sus estancias… ¡¡¡una verdadera pena!!!
En la actualidad, alberga dos importantes instituciones culturales: en la planta baja se encuentra el museo arqueológico cívico y en la primera planta el Centro de Estudio y Conservación de la Vida Rural de la región de Poro.
El castillo de Nicotera acogió a numerosos personajes ilustres como el Papa Urbano II en 1091, San Bruno de Colonia, Gioacchino da Fiore, San Ludovico d’Angiò, algunos soberanos normandos: Ruggero I, Eremburga, Simone y la emperatriz Costanza d’Altavilla.