Durante mucho tiempo, el monte Cervati permaneció salvaje e inexplorado, reino de lobos, jabalíes, águilas, gavilanes, búhos y lechuzas, así como de otros animales más inofensivos y menos temibles: la gente de Piaggio tenía miedo y se mantenía a distancia, sin atreverse a aventurarse a tales alturas. Un día, un cazador, movido por la curiosidad, se puso a trepar entre las hayas, los robles de pavo, los abetos, los carpes, las encinas, los fresnos, los alerces y los olmos, encontrando algunas martas, liebres, ciervos o becadas, perdices o mirlos, pero ningún lobo. En ese paraíso terrenal no pensó ni una sola vez en disparar. Allí, donde la montaña es más alta, se sentó en una roca y admiró el paisaje circundante: densos bosques, montañas, pueblos aferrados a las colinas, debajo una meseta verde con ovejas pastando, a lo lejos el mar. Una palomita se acercó arrullando una rama de aliso que colgaba sobre su cabeza. Intentó ahuyentarla, pero seguía arrullando, así que cogió su rifle y se puso de pie. La paloma voló de rama en rama, persiguiéndolo alegremente. Por fin desapareció entre las zarzas. Enfadado por haber visto mortificado su espíritu de cazador, comenzó a cortar las zarzas con su cuchillo. De repente se detuvo frente a la estrecha boca de una cueva. Se asomó al interior: ¿qué vio? La estatua de una Virgen que le mira, junto con la palomita a sus pies. Un escalofrío le recorrió la espalda. Le parecía un milagro. Cayó de rodillas y rezó. De vuelta a la aldea, contó a los aldeanos su aventura. Desde entonces, el monte Cervati ha sido frecuentado por los habitantes de Piaggio, que nunca han dejado de venerar a la Virgen de las Nieves. El interior muestra dos estructuras diferentes: señal de que se construyó en dos momentos distintos. La parte más interna tiene una superficie de 29 metros cuadrados y las paredes tienen un grosor de 2,40 metros. Recibe la luz de una ventana muy pequeña. Esta es la capilla construida antes del año 1000. Después de unos 6 siglos, se construyó otro frente a él en 1599: este último tiene una superficie de unos 23 metros cuadrados y los muros tienen un grosor de 1,50 m. La fachada exterior está recubierta de piedras cinceladas que, en el lado que mira hacia el este, donde se ve el Vallo di Diano y el santuario de Viggiano (PZ), están numeradas, para que cuando se caigan por la dureza del clima, puedan volver a colocarse en su sitio. El 26 de julio, la estatua de madera de la Madonna della Neve es llevada a hombros desde el pueblo hasta el santuario. La peregrinación de vuelta tendrá lugar el 5 de agosto a las 4 de la mañana. El 5 de agosto, a las 9.00 horas, con la celebración de la Santa Misa solemne, se celebra la FIESTA DE LA MADONNA DELLA NEVE DEL CERVATO.