Description
De todos los monumentos de la antigua Roma, el Panteón es el mejor conservado. Este hecho positivo se explica sobre todo por la donación realizada en el año 608 por el emperador bizantino Focas al Papa Bonifacio IV y la posterior transformación en iglesia con el nombre de "S.Maria ad Martyres" (609 d.C.).
Un primer Panteón -que en griego significa "templo de todos los dioses"- había sido construido en el 27 a.C. por Agripa (63 a.C. - 12 a.C.), amigo y yerno de Augusto.
Como había quedado muy dañada por varios incendios, Adriano decidió reconstruirla, lo que ocurrió entre el 120 y el 130 d.C.
La inscripción original de la dedicación del edificio en el entablamento de la reconstrucción posterior dice M - AGRIPPA - L - F - COS - TERTIUM - FECIT, es decir, Marcus Agrippa, Lucii Filius, Consul Tertium Fecit (Marco Agripa, hijo de Lucio, cónsul por tercera vez).
Los elementos que componen el Panteón son: un pronaos compuesto por tres filas de ocho columnas y rematado por un tímpano; un gran cuerpo cilíndrico; una cúpula semiesférica, que tiene una gran abertura circular en su vértice, de 8,92 metros de diámetro.
La gran cúpula, con un diámetro de 43,44 metros, es la mayor del mundo romano. Tiene la ventaja de apoyarse únicamente en el cuerpo cilíndrico. Es de hormigón, con relieves de piedra pómez y lacunares (los huecos internos cuadrangulares). Cuando llueve, la abertura crea un "efecto chimenea", es decir, una corriente de aire ascendente que provoca la disolución de las gotas de agua, de modo que, aunque la lluvia sea intensa, la sensación es que llueve menos en el interior; una sensación reforzada por el hecho de que los orificios de drenaje centrales y laterales del suelo impiden la formación de charcos.
El diámetro del Panteón es igual a la altura del edificio, que queda así idealmente circunscrito dentro de una esfera, lo que indica el deseo de crear un espacio perfecto.
Siete nichos están tallados en el muro perimetral de seis metros de grosor. Su elevación está formada por columnas arquitrabadas, que parecen soportar el enorme peso de la cúpula.
Es una muestra de que la arquitectura romana aspiraba a ser imponente en la época imperial.
A principios del siglo VII, el Panteón se convirtió en una basílica cristiana, llamada Santa Maria della Rotonda o Santa Maria ad Martyres.