El Santuario de la Madonna dell'Elcina se encuentra en una ladera rocosa a poca distancia del centro histórico del pueblo. La iglesia, de piedra local, es de reciente construcción pero de antigua fundación y tiene un considerable valor histórico, artístico y religioso para todo el valle. Cuenta la tradición que un día dos pastores mudos de Abbateggio, mientras pastoreaban sus ovejas en la colina de Elcina, vieron una Señora en un olmo (encina) y, al pie del árbol, una pintura que representaba a la Virgen sentada en un árbol sosteniendo al niño Jesús. La Señora dijo a los niños pastores que quería una iglesia en aquella colina, repitiendo tres veces la misma petición. La iglesia, reconstruida en 1927 sobre el antiguo edificio, tiene una fachada de bloques de piedra con un portal cerrado por una artística vidriera con un motivo de hierro forjado restaurado. Los muros perimetrales son de origen medieval. El interior de tres naves tiene rasgos neoclásicos; altares, nichos y estatuas se apoyan en las paredes laterales. En el altar mayor hay una estatua de terracota pintada de la Virgen María (siglo XV); bajo el altar hay un tronco de olmo que se recuerda como los restos del antiguo árbol en el que se apareció la Virgen.