A finales del siglo III a.C., los habitantes de Segesta construyeron su teatro en el pico más alto del Monte Barbaro. A.C., los habitantes de Segesta construyeron su teatro en la cima más alta del monte Barbaro, en un lugar detrás del ágora que ya había sido el lugar de culto muchos siglos antes. Orientado al norte, hacia el Golfo de Castellammare, el teatro de Segesta aprovecha el espléndido panorama del mar y las colinas hasta donde alcanza la vista. El teatro se construyó a finales del siglo III a.C. según los dictados de la arquitectura greco-helenística, utilizando bloques de piedra caliza local. Se diferencia de la estructura típica de los teatros griegos en que la cavea no se apoya directamente en la roca, sino que fue construida especialmente y se apoya en muros de contención. Consta de dos entradas, ligeramente desplazadas del eje principal del edificio, y tiene capacidad para unas 4000 personas. La cavea - La cavea es el lugar donde se sentaban y se siguen sentando los espectadores. El del teatro de Segesta tiene un diámetro de 63 m y está dividido en dos por un pasillo central, el diazoma. Tiene dos secciones: una inferior y otra superior. La primera tenía 21 filas de asientos divididos por 6 escaleras en 7 pequeñas cuñas de diferentes tamaños, las kerkides. El segundo tenía asientos con respaldo. Sin embargo, sólo quedan algunos vestigios de los pasos de la summa cavea. Investigaciones recientes han demostrado la existencia de un sector de escalones más arriba, entre las dos entradas, que fue parcialmente reutilizado en la necrópolis musulmana (primera mitad del siglo XII). Al oeste, el teatro está bordeado por una carretera pavimentada que conduce a una cueva natural, en la que hay un manantial sagrado. Utilizado durante la Edad de Bronce, se incorporó posteriormente al muro de contención de la cavea. La orquesta - De forma semicircular, es donde se mueve el coro. En Segesta tiene un diámetro de 18,4 m. La entrada se realiza a través de dos aberturas, los parodoi, situadas a ambos lados del semicírculo, en ángulo recto con el eje central. Al igual que el teatro de Siracusa, el teatro de Segesta cuenta con pasillos subterráneos que se utilizaban para el paso de los actores. La escena - Desgraciadamente no queda mucho de ella: unas cuantas hileras de bloques es lo que aún podemos ver de un edificio de dos plantas de estilo dórico y jónico. Dos cuerpos laterales avanzados están decorados con sátiros en alto relieve. Todos los veranos es posible revivir la antigua magia del teatro de Segesta gracias a las representaciones que allí tienen lugar.