La vida de la ciudad comenzó en los siglos VI-V a.C. como asentamiento ilirio. Más tarde, en el siglo III a.C., se convirtió en una ciudad castillo conocida como Antipatrea. El castillo se expandió después, especialmente durante el dominio feudal de la familia Muzakaj. Dentro del castillo, construyeron iglesias con valiosos frescos e iconos, y también una escuela de caligrafía. Hoy en día, los residentes siguen viviendo dentro de las murallas del castillo. Los tres principales barrios de la ciudad antigua son Mangalemi, Gorica y Kala, donde se encuentra el propio castillo. En Mangalemi, debajo del castillo, se puede ver la famosa vista de las fachadas de las casas, con ventanas que parecen estar por encima de las demás. En general, una casa tradicional tiene dos plantas, donde la segunda sobresale y tiene muchas ventanas abombadas y tallas de madera. Con sus casas construidas a lo largo de la empinada colina, la vista de Mangalemi es la razón por la que otro nombre de Berat es la Ciudad de las Ventanas Flotantes. Al otro lado del río Osum se encuentra el barrio de Gorica, cuyas casas están frente a las de Mangalemi. El puente arqueado de Gorica, construido en 1780, es un bello monumento arquitectónico construido para unir Gorica con Mangalemi. El conjunto de las iglesias bizantinas del castillo de Berat es extraordinario. A los pies del castillo se encuentra la iglesia bizantina de Shën Mëhilli (San Miguel), mientras que la iglesia del siglo XIII de Shën Maria e Vllahernës (Santa María Blachernae) , la iglesia de Shën Triadha (La Santísima Trinidad), la catedral monumental postbizantina de Shën Maria (Santa María) y muchas otras iglesias se encuentran en el castillo. La catedral de Shën Mëria alberga un museo de obras de los famosos iconógrafos del siglo XVI: Onufri, y su hijo, Nikolla. Hay más de 100 iconos expuestos y también se incluyen obras de otros artistas como Joan Çetiri, Onufër Qiprioti, y muchos pintores anónimos. También se puede visitar el Monasterio de Shën Spiridhoni (San Spyridon) en Gorica. En 1417, los otomanos ocuparon Berat y esta conquista dejó su huella con la construcción de monumentos a la fe islámica, como la Xhamia e Kuqe (Mezquita Roja) en el interior del castillo, la Xhamia e Plumbit (1555), la Xhamia e Beqarëve (Mezquita de los Celibataires)(1872) en el barrio de Mangalem pero también la Xhamia Mbret (Mezquita del Rey) (siglo XVI), y la Halveti Tekke o Tariqa en el centro medieval . Otros lugares que merece la pena visitar son el Museo Etnográfico, situado en el interior de un edificio çardak del siglo XVIII, y la Galería de Arte Edward Lear, un conocido pintor inglés que pintó gran parte de Berat y Albania. Además, Berat es conocida por sus platos tradicionales. Merece la pena degustar especialidades como el pula me përshesh y el çorba e Tomorrit en los restaurantes locales. Se sugiere también visitar la Montaña Santa de Tomorr .