Description
Las virtudes son una riquísima sopa de verduras de temporada, mezclada hábilmente con todas las sobras de la despensa de invierno y que se come el primero de mayo en Teramo.
El 30 de abril era considerado por el calendario campesino como la línea divisoria entre el final del invierno y el comienzo de la estación fértil. En honor a la diosa Maja (de ahí lo de mayo), para propiciar la fertilidad de la tierra y la abundancia de la cosecha, la cultura campesina celebraba un ritual, un plato propiciatorio del verano, para que la estación permitiera una cosecha suficiente durante el invierno siguiente.
Cuenta la leyenda que las virtudes se llamaban codì porque debían ser preparadas por 7 vírgenes, utilizando 7 legumbres, 7 sabores, 7 carnes, 7 verduras de temporada, 7 tipos de pasta, todo ello cocinado en 7 horas... 7, porque hay 7 virtudes cristianas.
En resumen, las virtudes son un plato realmente excepcional, cuya preparación suele llevar de 7 a 10 días, ¡una operación para verdaderos dragones en la cocina!
El nombre tiene un origen incierto, pero parece estar relacionado con el concepto de hacer de la necesidad virtud, es decir, el arte de reelaborar las sobras y arreglárselas con lo que hay en la cocina en una determinada época del año -sin acceso a supermercados y frigoríficos, por supuesto-.
La preparación de este primer plato, como ya hemos dicho, que adopta la forma de una pasta caldosa, es muy larga y compleja: cada ingrediente se cuece por separado y luego se incorpora a la callara, la característica olla de cobre o aluminio de los Abruzos que se cuelga en la cadena de la chimenea y se cocina a fuego vivo.
Se añaden legumbres secas (garbanzos, alubias, lentejas), legumbres frescas (guisantes, habas), verduras de temporada, carne (sobre todo de cerdo), varios tipos de pasta y hierbas aromáticas. Naturalmente, la receta varía de una familia a otra, cada una con sus propios trucos para hacer su propia virtud especial.